jueves, 22 de noviembre de 2007

10 AÑOS DEL ABANDONO DE NEWELL´S


Hace 10 años, un domingo 23 de diciembre de1997, en el estadio Mundialista Gigante de Arroyito los jugadores de Newell´s Old Boys de Rosario decidieron culminar el partido por su cuenta después de ir perdiendo 4 a 0 con el clásico rival de toda su vida: Rosario Central. Los jugadores "Leprosos" intuyeron que la goleada podía ser peor y por medio del paraguayo Herrera (que inventó estar lesionado) se retiraron antes de que finalizen los 90 minutos de encuentro.
ROSARIO CENTRAL 4:
Titulares: Gastón Sessa; Horacio Carbonari, Gerbaudo y Juan Ramón Jara; Eduardo Coudet, Cristian Daniele y Maximiliano Cuberas; Omar Palma (C) y Carracedo; Rafael Maceratesi (2' Eduardo Bustos Montoya) y Rubén Fernando Da Silva.
Suplentes: Ayuso, Germán Ezequiel Rivarola, Carlos Alberto Espínola y Rochi. DT: Miguel Ángel Russo.
NEWELL'S OLD BOYS 0:
Titulares: Sergio Goycochea; José Oscar Herrera, Ricardo Rocha, Vojvoda y Gabriel Heinze; Saldaña, París y Guiñazú (17' Hernán Diego Ceferino Franco, 63' José Albornoz); Dalla Líbera; Julio Zamora (C) y Müller (63' Fernando Crosa).
Suplentes: Guillermo Rafael Álvarez y Josemir Lujambio. DT: Mario Nicasio Zanabria.
Goles: 2' Rubén Fernando Da Silva, 35' Coudet, 45' Carracedo, 60' Carbonari.
Amonestados: Carbonari, Cristian Daniele, Bustos Montoya (RC). Müller (NOB).
Expulsados: 38' Dalla Líbera (NOB), 41' Julio Zamora (NOB) y Rubén Fernando Da Silva (RC), 58' Saldaña (NOB), 59' Bonini (AC RC) y Ribolzi (AC NOB), 62' París (NOB).
Árbitro: Roberto Ruscio.
Nota: Newell's se retiro a los 65 minutos del campo por inferioridad numérica.
Diario Clarín de la fecha:
CENTRAL ERA UNA FIESTA Y NEWELL'S DIJO BASTA(Articulo publicado en Clarín el día 24-11-97)
Rosario Central se quedó con un clásico caliente -por la alta temperatura ambiente y por la que rodeó al partido, en la cancha y las tribunas- y agudizó la crisis de Newells. De manera especial porque la actitud del equipo rojinegro fue vergonzante. Su técnico y sus jugadores terminaron tratando de utilizar el reglamento para que el partido no continuara frente a la posibilidad de tener que soportar una goleada mucho mayor que el 4 a 0, que merecidamente había conseguido Central hasta los 19 minutos del segundo tiempo. Entonces, Roberto Ruscio lo dio por terminado, aumentando la serie de clásicos inconclusos.
En el momento en que Carbonari concretó el cuarto gol de Central, a los 14 minutos del segundo tiempo tras un largo toqueteo de todo el equipo, era previsible que los jugadores de Newells no soportaran tanta humillación. Enseguida, París se fue al ataque por la izquierda. Gerbaudo llegó al cierre y la mandó al corner. La reacción del ex jugador de Estudiantes fue tan insólita como incomprensible: agredió al defensor de Central y dejó a su equipo con siete jugadores (ya habían visto la tarjeta roja Dalla Líbera, Zamora y Saldaña).
Fue en ese momento cuando ocurrió lo increíble: Sergio Goycochea salió corriendo desde su arco y le pidió al uruguayo José Herrera que saliera del campo, con lo que el partido terminaría como lo indica el reglamento. Pero desde el banco pensaron que si Herrera se retiraba podía entrar uno de los suplentes. Entonces Zanabria dispuso dos cambios: Fernando Crosa y Albornoz por Franco y Müller; en la jugada siguiente, Herrera se tiró y Roberto Ruscio dio por finalizado el encuentro.
Con una actitud poco deportiva y censurable, Newells se negó a seguir jugando, como en realidad se había negado en los 64 minutos anteriores. El equipo de Mario Zanabria fue superado desde el primer minuto por la mayor predisposición ofensiva de Rosario Central, que sorprendió apenas iniciado el partido con la inteligencia de Rubén Da Silva para resolver ante el estatismo de Ricardo Rocha y Sergio Goycochea con un cabezazo para el medio tras un envió de Maceratesi.
En desventaja, Newells se adelantó tratando de utilizar la pelota, pero siempre terminaba con centros frontales para Müller. Y nunca intentó jugar.
A Rosario Central, en cambio, se le facilitaron las cosas porque fue encontrando los espacios. En un partido muy friccionado y jugado con mala intención desde el arranque (la falta de Dalla Líbera a Jara, a los dos minutos, fue alevosa), cuando la pelota pasó por Palma el chaqueño lo simplificó todo y resolvió siempre, buscando y encontrando la compañía de los tres volantes. Es que Coudet, Daniele y Cuberas suelen ser más marcadores que jugadores, pero esta vez fueron importantes en su tarea habitual y se desdoblaron sumándose al ataque y participando del juego, de manera especial Coudet, quien transitó el sector derecho con solvencia.
De Palma hay que decir que, si bien la temperatura en la cancha superaba los 40 grados y a quien más podía perjudicar era al más veterano, el Viejo transitó la cancha mintiéndole al almanaque.
Pero el intento de Central tuvo un protagonista principal: Marcelo Carracedo, la figura de la cancha. Central liquidó el partido con dos remates desde afuera del área de Coudet y una jugada individual de Carracedo, quien arrancó desde su campo sin que nadie con camiseta roja y negra se animara a salirle.
Pese a que Newells se negó a seguir jugando cuando faltaban 26 minutos para el final, recurriendo a los métodos ya apuntados, Central consiguió un 4 a 0 que no lograba desde hacía 33 años -1964, en el Parque Independencia-. Festejó hasta el cansancio. Lo mereció.

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